La tensión entre el París SG y el ayuntamiento de París por la propiedad del Parque de los Príncipes ha escalado en las últimas semanas, multiplicando las dudas sobre el futuro hogar del principal club de la capital francesa.

El dirigente catarí del PSG Nasser Al Khelaifi y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se mostraron en el pasado juntos y sonrientes en el palco VIP del Parque de los Príncipes, pero la relación está ahora rota tras una serie de cruces de acusaciones.

En el centro de la polémica se encuentra el deseo de Al Khelaifi por comprar a la ciudad el estadio con capacidad para 48.000 personas, pero el gobierno local, del Parido Socialista francés, ha bloqueado esta transacción durante el último año. 

Una votación al respecto del consejo municipal efectuada el pasado 6 de febrero fue la gota que colmó el vaso para el PSG.

"Hemos perdido años queriendo comprar el Parque", lamentó con enfado Al Khelaifi la semana pasada ante la prensa, durante el Congreso de la UEFA en París. "Se acabó, queremos irnos del Parque de los Príncipes", añadió.

En otro comentario ácido, el mes pasado deslizó que la negativa podría tener connotaciones racistas: ¿Es por qué somos árabes?", preguntó en el diario Le Parisien, y pidió "respeto" por parte de la alcaldía.

Hay mucho en juego para el PSG, que quiere imitar el modelo de otros grandes clubes europeos desarrollando las experiencias VIP en el estadio y aumentando su capacidad a 60.000 localidades.

Este enfrentamiento se debe al importante papel de las administraciones públicas en el deporte francés, donde incluso los clubes de élite no son dueños de sus propios campos, al contrario de lo que ocurre en Reino Unido o Alemania, donde la propiedad privada es la regla general.

El PSG firmó un arrendamiento de 30 años por el Parque de los Príncipes en 2013, dos años después de que el club fuera comprado por fondos cataríes. En teoría el club estaría comprometido hasta 2043, salvo que existan cláusulas que les permitan romper el contrato.

"El PSG no abandonará jamás el Parque"

Para la ciudad, la marcha del PSG del estadio sería un desastre, pues la capital no cuenta con otro club capaz de vender todas las localidades del Parque de los Príncipes, situado en el 16º distrito al oeste de París.

"No deseamos seguir dialogando con el PSG a través de la prensa", declaró el domingo el vicealcalde del ayuntamiento de París, Emmanuel Grégoire. 

"Lo qué queremos, es volver a trabajar y no hacer más comentarios. El PSG no abandonará jamás el Parque de los Príncipes", añadió.

Fuentes cercanas a la alcaldesa informaron en el pasado que Hidalgo era propicia en el inicio a la venta del Parque por un precio adecuado, antes de que las negociaciones fracasaran.

Una oferta inicial de 40 millones de euros (43 millones de dólares) del PSG fue percibida como irrisoria, y Grégoire bromeó diciendo que el club valoraba menos el edificio protegido de 1972 que al centrocampista argentino Leandro Paredes, que costó 47 millones de euros.

La mayoría de los expertos opinan que este pulso es un juego arriesgado tanto para el PSG, que no tiene opciones sencillas si quiere moverse de la que ha sido su casa desde 1974, como para la ciudad, que tiene mucho que perder si su prestigioso inquilino se marcha del recinto.

El club hizo saber que estaba interesado en comprar el más amplio Stade de France, el estadio nacional deportivo situado al norte de París, pero decidió no presentar oferta antes de la fecha límite a principios de enero.

Sin opciones sencillas

El club francés ha encontrado una aliada en Valerie Pecresse, presidenta del consejo regional de Isla de Francia, una política de derechas cuya rivalidad con Hidalgo es también personal.

Pecresse se ha ofrecido públicamente a encontrar un nuevo emplazamiento para el PSG en la región, algo que Gregoire calificó, según la cadena BFM, de "puñalada en la espalda".

Pierre Rabadan, concejal del ayuntamiento encargado de Deportes, de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, indicó la semana pasada que su puerta seguía abierta, añadiendo que había "otras opciones" para el PSG más allá de la compra del estadio.

Una de ellas podría ser ampliar el arrendamiento, pero la ciudad tendría que autorizar los trabajos de ampliación de un edificio con gran valor arquitectónico.

Otra de ellas, la de construir un nuevo estadio, "son 10 años" de trabajo, indicó Rabadan a los reporteros.

Algunos aficionados mostraron su opinión el sábado durante la victoria del PSG por 3-1 contra el Lille, con cánticos y pancartas hostiles hacia Hidalgo.

El ayuntamiento anunció el martes haber acudido a la justicia por cánticos homófobos durante el partido contra el Lille. La propia alcaldesa acudirá a título individual a la justicia por "injurias públicas", según informó el comunicado del ayuntamiento.