Después de un año a orillas del Rin, el español Xabi Alonso se ha ganado en Leverkusen sus galones como entrenador con un estilo que genera admiración unánime en Alemania, basado en una cierta libertad acordada a sus jugadores.

El donostiarra podría celebrar sus 42 años, que cumplirá el sábado, regalándose una victoria en el Weserstadion del Werder Bremen (14h30 GMT).

Su equipo de Leverkusen carbura a un ritmo asombroso desde mediados de agosto: en 17 partidos oficiales entre todas las competiciones ha logrado 16 victorias y concedido un empate en el campo del Bayern Múnich a mediados de septiembre.

Su 'Werkself', el "once de la fábrica" como se conoce al equipo fundado en 1905 por la farmacéutica Bayer, igualó el récord de 31 puntos de 33 posibles tras 11 jornadas en Bundesliga, establecido por Pep Guardiola en el banquillo del Bayern en 2015-2016.

Se mantiene dos puntos por encima del conjunto bávaro entrenado por Thomas Tuchel, que con 29 puntos también está firmando uno de los mejores inicios de temporada del Bayern.

En Alemania el vasco está impresionando desde su llegada al rescate de un equipo que ocupaba la penúltima posición de la Bundesliga a principios de octubre de 2022, en su primera experiencia a las riendas de un equipo de un gran campeonato europeo.

"Un poco de intuición"

Durante una entrevista acordada en el parón internacional a varios medios, entre ellos la AFP, Alonso afirmó no haber planificado su carrera de entrenador después de su retirada como jugador en el Bayern en 2017.

"Tenía una idea clara, no quería ir demasiado rápido. Después se trata de un poco de intuición, de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado", declaró.

También precisó haber tenido otras oportunidades antes del Leverkusen pero no quería ir "a cualquier lugar" si no estaba "convencido".

Su padre Periko, exinternacional español a principios de los años 1980 (20 partidos con la Roja), fue su primer modelo de entrenador. De pequeño, Xabi le observaba preparar los partidos cuando ocupó el banquillo de la Real Sociedad B a principios de la década 1990.

"Tenemos una idea bastante clara del fútbol que queremos jugar", anuncia Xabi Alonso, que rechaza la idea del tiki-taka, estilo de juego basado en la posesión del balón y que dio grandes momentos a la selección española de la generación del donostiarra, que fue campeón de Europa (2008 y 2012) y del mundo (2010).

"El tiki-taka, es un poco de posesión del balón defensiva. Lo practiqué pero tenemos otras cosas", valora Alonso, que se declara "vasco, totalmente vasco, pero con una gran influencia alemana".

Ancelotti, "maestro" de los banquillos

Basa su estilo en "la calidad del pase" para asegurar el "control" del partido. "Pero después, necesitamos cambiar el tempo para superar el centro del campo adverso".

Después, es el talento el que debe aparecer, "y esas cosas no pueden trabajarse demasiado en el entrenamiento porque están ligadas a las cualidades naturales de los jugadores".

Alonso es partidario de dejar una gran libertad a sus jugadores. "En el terreno de juego, se me animó a tomar mis propias decisiones. Es algo que realmente quiero desarrollar y que recuerdo a los jugadores. No son robots".

"Tienen el conocimiento de lo que puede pasar, con sus cualidades para decidir. Y si hacen una mala elección, intentaremos hacerlo mejor", detalla, deseando que sus jugadores sean conscientes de que tienen "su propio criterio sobre el campo".

En términos de gestión humana, su modelo sigue siendo Carlo Ancelotti, a quien tuvo como entrenador en el Bayern durante su última temporada, 2016-2017. "Cuando hablamos de convencer a los jugadores o de cómo tener una buena relación con los jugadores, Carlo Ancelotti es un maestro para todo el mundo".

Sus inicios como entrenador no han pasado desapercibidos y los rumores le sitúan como uno de los candidatos a suceder a Ancelotti en el Real Madrid. Pero Xabi Alonso afirma que su (mi) "mente está al 100% aquí", en Leverkusen.