En Leninskoye, un pueblo del norte de Kirguistán, una treintena de niños entrenan con el balón en los pies a las órdenes de un exinternacional del país, Daniel Tagoe, originario de Ghana y que sueña con ayudar a su país de adopción a convertirse en una nación respetada en el fútbol.

"Sueño con ver a estos niños convertirse en futbolistas profesionales y que jueguen en los campeonatos de Inglaterra, España y Rusia", dice a la AFP este exdefensa central de 37 años, llegado a esta pequeña exrepública soviética de Asia Central hace 16 años.

"Antes no había un club de fútbol en Leninskoye. Cuando me casé con mi esposa kirguisa me preguntaron si podía enseñar a los niños a jugar al fútbol", recuerda Tagoe, que habla ruso con fluidez.

Tagoe forma parte de un grupo de jugadores en activo o ya retirados que llegaron al país desde Ghana por diversas circunstancias y que hoy se esfuerzan por promover el desarrollo del fútbol en este país montañoso en el que los deportistas que más destacan internacionalmente lo hacen en la lucha o las artes marciales mixtas.

Después de una carrera que cerró con numerosos títulos, incluido el de mejor jugador de Kirguistán en 2009, este hombre de gran sonrisa fundó un club para niños, el Football School Tagoe-Leninskoye.

"Me inscribí inmediatamente desde que Daniel Tagoe abrió este club", celebró Daniil Mujamedaliev (8 años), que lleva la camiseta azul y amarilla del FS Tagoe-Leninskoye. "Para venir a entrenar, atravieso por el campo, vengo desde un pueblo que está lejos", cuenta.

"Nivel profesional"

Unos 80 jóvenes de entre 6 y 18 años tienen su licencia y juegan en un terreno sintético nuevo, a unos pasos de la escuela primaria que lleva el nombre de Lenin, el fundador de la Unión Soviética, Estado desaparecido pero cuyo mapa sigue pintado en rojo en un muro.

En el campo que servía de terreno de fútbol antes de la llegada de Tagoe, ahora hay caballos y las porterías no tienen red.

Para Zamir Joochev, que inscribió a su hija y su hijo, "todo está organizado a un nivel profesional".

"Es raro tener un exjugador del equipo nacional de Kirguistán como entrenador", celebra.

La modesta selección kirguisa ha experimentado una progresión, desde las profundidades del ranking FIFA hasta llegar al 75º puesto, antes de estabilizarse dentro del 'Top 100'.

La selección de Kirguistán encadenó dos clasificaciones para la Copa de Asia, ayudada por Daniel Tagoe y David Tetteh, los dos más ilustres representantes de esta pequeña colonia ghanesa que defendió los colores de los 'Halcones Blancos'.

Su punto común es que ambos pasaron por el Dordoi Biskek, club de la capital que reina en el campeonato kirguís, con trece títulos ganados desde la independencia en 1991.

Si bien Daniel Tagoe, como sus compatriotas, es hoy considerado como una estrella en Kirguistán, ha tenido que enfrentarse en el pasado al racismo. "Me insultaron y se rieron de mí", cuenta.

Leyenda local

Daniel Tagoe jugó primero en Rusia, donde el Dordoi Biskek se fijó en él para ficharle. Su éxito fulgurante animó a varios compatriotas ghaneses a probar suerte en Kirguistán, a 11.000 kilómetros del país africano.

"Hemos abierto el camino, por eso otros ghaneses vienen", dice.

Hoy "todo el mundo quiere venir a jugar al Dordoi, sobre todo los ghaneses", estima otro de los pioneros, David Tetteh, una leyenda para los aficionados locales con sus 123 tantos para el Dordoi.

El último gran nombre en llegar es el atacante Joel Kojo, que participó a mediados de junio con Kirguistán en la Copa de Asia Central.

"David Tetteh y Daniel Tagoe forman parte de los primeros jugadores extranjeros en venir a Kirguistán. Para mí son los mejores jugadores africanos que han jugado aquí", asegura a la AFP Ruslan Sydykov, director del Dordoi.

Ambos se ganaron el honor de tener sus camisetas enmarcadas en el pasillo que llega al despacho del director del club y forman parte del mejor once simbólico de la historia del Dordoi.

David Tetteh, ahora entrenador adjunto en el Dordoi, recuerda la época en la que "todo el mundo sabía que si nosotros, los jugadores africanos, estábamos ahí, el Dordoi iba a ganar".