Nápoles, ultrafavorito para el título de campeón de Italia 2022-23 a mitad de temporada, espera desde hace más de treinta años un Scudetto que el club solo ha ganado dos veces en su historia casi centenaria, en 1987 y en 1990, cuando jugaba allí Diego Maradona. 

Regreso a estos dos títulos, a través de los archivos de la AFP. 

- 1987, una "página de historia" - 

El 10 de mayo de 1987, Nápoles trae por primera vez el Scudetto al 'Mezzogiorno', la mitad sur de Italia, gracias a un empate contra la Fiorentina (1-1) en la penúltima jornada en un estadio San Paolo en delirio.

Hasta ahí, "el título solo se había escapado tres veces a los tradicionales clubes del norte para recompensar a Cerdeña (Cagliari), y los clubes de la capital, Roma y Lazio", recordaba entonces la AFP, señalando que "el calcio ha pasado una página de su historia" coronando a Nápoles, creado en 1926.

Objetivo cumplido para el presidente Corrado Ferlaino, que se había dado tres años para lograrlo cuando había desembarcado, en 1984, la estrella Diego Maradona. Todo acompañado con un equipo construido por Ottavio Bianchi, con una rigurosa base defensiva al servicio de los regates de la estrella argentina, en la cumbre de su arte con 26 años, un año después de haber levantado la Copa del Mundo.

"Un título de campeón de Nápoles vale diez de la Juventus", lanza el número diez, cuando la ciudad se ve envuelta por festejos, que quedan en la memoria. 

- 1990, la guinda en el pastel - 

En 1990, la pasión entre Maradona y Nápoles está en su punto crítico, debido a la tentativa de marcha la pretemporada precedente del argentino hacia Marsella, tras la victoria napolitana en Copa de la UEFA. 

Pero Maradona responde con el segundo Scudetto, logrado en la última jornada derrotando al Lazio de Roma (1-0). 

La fiesta parece bonita, contada por un periodista de la AFP: "En todos los barrios del centro, Fuorigrotta, Sanità, Spagnoli, hasta los residenciales y lujosos de Posillipo y de Vomero, solo una frase: +Il Napoli Campione, e viva Napoli+" ("Nápoles campeón, viva Nápoles").

Pero los fuegos artificiales hicieron esta vez las veces de un festejo final para el Nápoles de Maradona. 

Unas semanas más tarde, el ídolo argentino sería abucheado en el mismo estadio San Paolo en la semifinal del Mundial-90 contra Italia. Nuevo golpe duro para Maradona, quien, entre excesos de todo tipo, no reencontrará su nivel y partirá de Nápoles en la primavera (boreal) de 1991 tras un control positivo a la cocaína. 

"El jugador argentino dejó Nápoles el lunes en coche con destino al aeródromo de Roma-Fiumicino, donde tiene planeado embarcar en la noche con destino a Buenos Aires", anunció de este modo la AFP la madrugada del 2 de abril de 1991.