El entrenador del Sporting de Lisboa, Ruben Amorim, durante el partido de su equipo frente al Portimonense, el 20 de febrero de 2021 en Lisboa

Es el entrenador de moda en Portugal: tras sólo dos años en ejercicio como técnico, el joven Ruben Amorim (36 años) está teniendo unos inicios brillantes en el Sporting de Lisboa, que está líder invicto del campeonato nacional, antes de medirse al Oporto el sábado.

Cuando llegó en marzo de 2020 al Sporting de Lisboa, nada hacía pensar que este exinternacional portugués tendría un éxito tan fulgurante, que recuerda al de sus compatriotas José Mourinho o André Villas-Boas, convertidos en estrellas de los banquillos europeos.

Entonces, el club en el que se formó Cristiano Ronaldo, había despedido a Jorge Silas y, pese a sus dificultades financieras, invirtió 10 millones de euros (12 millones de dólares) para contratar a Amorim, que llevaba sólo tres meses con el primer equipo del Sporting de Braga, después de haber entrenado al filial del club.

El monto de la operación convirtió a Amorim en el tercer entrenador más caro del fútbol, por detrás de su compatriota Villas-Boas, fichado por el Chelsea en 2011 por 15 millones de euros (18 millones de dólares), y el británico Brendan Rodgers, llegado al Leicester en 2019 por 10,5 millones de euros (12,7 millones de dólares).

- 'Benfiquista confeso' -

Cuando llega al Sporting, Amorim sólo ha dirigido trece partidos en la élite, pero no es lo que más preocupa a los aficionados de su nuevo club. Cuando era jugador defendió la camiseta del Benfica, el club de su corazón y gran rival del Sporting.

"Una de las cosas que más miedo me dio fue cuando firmó con Sporting: fue muy cuestionado, no tenía los diplomas, costó 10 millones, era un benfiquista confeso", decía a principios de febrero la madre de Ruben Amorim, Anabela Francisco, en una entrevista con una radio portuguesa.

"Elegimos a Ruben Amorim, porque es capaz de poner en valor a los jugadores, especialmente a los de nuestra cantera", había dicho entonces el presidente del Sporting, Frederico Varandas.

Como hizo en Braga, Amorim mira a la cantera, muy reputada pero olvidada antes de su llegada, para armar su propio grupo compuesto de jugadores experimentados y jóvenes como Pedro Gonçalves, actual mejor goleador del campeonato con 14 goles.

La fórmula ya ha dado fruto puesto que el Sporting de Lisboa ganó la Copa de la Liga portuguesa el pasado mes, ganando al Oporto en semifinales y al Braga en la final.

- Calma y humildad -

La calma y la humildad de Amorim contrastan con las fuertes personalidades y palmarés de sus rivales del Oporto, Sérgio Conceiçao, y del Benfica, Jorge Jesus, cuyos equipos no están en su mejor momento esta temporada en la Primeira Liga.

Para justificar este irregular rendimiento, Conceiçao alega a menudo el calendario más exigente para su equipo, todavía en liza en la Champions con un vuelta de octavos a mediados de marzo contra la Juventus (victoria 2-1 del Oporto en la ida), mientras que Jesus se queja del covid-19, que sufrió personalmente y que diezmó su plantilla.

Pero a pesar de los diez puntos que le separan del Oporto, su más inmediato perseguidor, Amorim rechaza verse ya campeón.

"Esta ventaja no quiere decir nada, no hace mucho vi que el Liverpool, reciente campeón de Europa (en 2019, ndlr) y de Inglaterra (en 2020), sólo había cosechado nueve puntos en diez partidos", recordó.

Una victoria el sábado en el estadio do Dragao de Oporto, que sería la primera para el Sporting desde 2016, le permitiría dar un gran paso hacia 19º título de campeón, el primero del club lisboeta desde 2002. Y eso subiría aún más la cota de Ruben Amorim, nueva estrella ascendente entre los numerosos entrenadores portugueses de éxito.