La reforma de la Liga de Campeones a partir de 2024 anunciada el martes por la UEFA, es un "momento clave" para los aficionados, que "por primera vez" tuvieron voz en los debates, se congratuló este miércoles la asociación Football Supporters Europe (FSE).

Aunque las grandes líneas de la reforma se conocían desde hace un año, con un minicampeonato en lugar de la actual fase de grupos y la ampliación de 32 a 36 el número de equipos participantes, la UEFA introdujo al final algunas modificaciones en puntos polémicos, como el número de partidos adicionales y los criterios de clasificación al torneo.

Esta decisión "representa un momento clave para los aficionados a través de todo el continente, ya que muchos de ellos hicieron campaña contra las propuestas iniciales", se felicitó la FSE, que reagrupa a varias decenas de grupos de aficionados de toda Europa.

Al igual que la asociación European Leagues, que representa a 30 ligas profesionales del continente, Football Supporters Europe había criticado el aumento de seis a diez partidos los disputados por cada equipo en la primera fase, así como la concesión de dos invitaciones para participar a los clubes con mayor historia europea que no lograsen el pase a través de sus campeonatos nacionales.

Pero en el último momento, la UEFA aceptó rebajar a 8 el número de encuentros de ese minicampeonato inicial que permitirá acceder a los cruces y atribuir dos plazas adicionales a los dos países con mejores resultados de sus equipos en la temporada precedente.

"Por primera vez, el posicionamiento de los aficionados ha influido directamente en el resultado de una gran reforma de las competiciones europeas de clubes", destacó el director ejecutivo de FSE, Ronan Evain, que se mostró satisfecho por "haber evitado el peor de los escenarios" que preveía aumentar el número de partidos en un calendario ya de por sí muy cargado.

No obstante, Evain aseguró que "el viaje hacia una mayor igualdad en las competiciones europeas de clubes no ha acabado" y que aún se deben abordar "los problemas estructurales a los que se enfrenta el fútbol europeo, en base a la sostenibilidad, la solidaridad y la igualdad".

La UEFA, que acaba de cerrar una reforma de su 'fair play' financiero, debe afrontar ahora cómo aumentar "el equilibrio competitivo" para evitar que un puñado de clubes ricos acapare los trofeos, admitió en abril el director de sostenibilidad financiera, Andrea Traverso.