De España a Francia y de Bilbao a Lens, muy cerca de Lille. Uruguay afronta un nuevo preparatorio para la Copa América el martes ante Costa de Marfil dando un nuevo paso por la senda profesional de su técnico Marcelo Bielsa antes de tomar las riendas del combinado 'charrúa'.

Tres días después del empate a uno cosechado en el estadio de San Mamés, la nueva Catedral del fútbol español que sucedió, casi en el mismo emplazamiento, al vetusto recinto en el que Bielsa se ganó el corazón de la afición del Athletic Club entre 2011 y 2013, el combinado 'charrúa' se mide con 'Los Elefantes', flamantes campeones de África.

Lo hará en Lens, localidad del norte de Francia a menos de 40 kilómetros de Lille, equipo al que el técnico argentino dirigió en 13 partidos en 2017 y del que tuvo una tormentosa salida.

Buen recuerdo de Lens

No obstante, Marcelo Bielsa guarda un buen recuerdo del estadio Bollaert-Delelis, que albergará el martes el cotejo de Uruguay contra los marfileños. Fue hace nueve años, el 22 de marzo de 2015, cuando el argentino, en aquel entonces al frente del Olympique de Marsella, goleó 4-0 al Lens en partido de la Ligue 1.

Porque el técnico rosarino había vivido su primera experiencia en los banquillos en Francia en el Marsella, en el que completó su primera temporada (4º en Ligue 1) antes de dejar el club de la ciudad del sur luego de la primera fecha del nuevo ejercicio (2015-2016) por un cambio de última hora en las condiciones contractuales.

De Marsella pasó a la Lazio de Roma, equipo en el que pasó menos tiempo, sólo dos días, antes de iniciar su segunda aventura en el Lille, al que sólo dirigió en 13 partidos en el campeonato galo. Llegado a la ciudad del norte de Francia para "cambiar de dimensión" al club, fue cesado en noviembre con el equipo en penúltima posición, y con posteriores denuncias mutuas entre club y entrenador por incumplimiento de los acuerdos del contrato.

Polémica por las sustituciones

Mejor le habían ido las cosas en el estadio que albergó la primera etapa de los 'charrúas' en esta ventana internacional, San Mamés, donde cuajó una primera temporada de juego brillante que aún se recuerda en Bilbao a pesar de las finales, perdidas, en la Europa League y en Copa del Rey, antes de un decepcionante curso 2012-2013 tras el que no le fue renovado su contrato.

"Los que han pasado por Bilbao y por el Athletic saben lo que ese club significa, queda impreso en la piel, en el corazón y en el sentimiento de quienes tuvieron la suerte de pertenecer, aunque sea como en mi caso, brevemente. Después de haberme ido siempre reflexioné con que podía haber hecho algo más para quedarme más tiempo", confesó Bielsa antes del amistoso ante País Vasco.

El pasado sábado en la 'Catedral' el público congregado le tributó un homenaje en forma de aplauso cuando su nombre fue anunciado por la megafonía en el momento de citar los onces iniciales. Lo que no atemperó su carácter eruptivo cuando hasta en dos ocasiones a lo largo del cotejo reclamó al banquillo vasco por unas presuntas desavenencias respecto al número de sustituciones pactadas.

Bielsa, molesto, no compareció ante los medios al término del partido, por lo que la única versión oficial que se conoce es la de su homólogo vasco Jagoba Arrasate: "Al final hay un contrato entre los dos, que estaba establecido para los cambios, por eso hacemos una convocatoria de 20, al ser un partido FIFA B tiene que haber acuerdo para que haya más de seis cambios, que entendíamos que sí había, luego nos dicen que no por parte de Uruguay, entonces he ido a pedirle por favor que me dejase hacer los tres cambios".