Jürgen Klopp, que este viernes anunció su salida del Liverpool a final de temporada, dejará su huella entre las leyendas del mítico club inglés, al que llevó a su sexta Champions en 2019 y a reconquistar la Premier League tras tres décadas de sequía.

Discreto defensa de buena planta (1,91 metros), Klopp encontró el éxito cuando se sentó en el banquillo y se ajustó la gorra de técnico. Carismático como pocos, trasladó su positividad del Borussia Dortmund al Liverpool.

A principios de la temporada 2015-2016 la moral estaba por los suelos en la hinchada del Liverpool. Traumatizados por el título que habían dejado escapar en las tres últimas jornadas de la temporada 2013/2014, los 'Reds' solo fueron sextos la temporada siguiente y eran décimos cuando Klopp tomó el testigo de Brendan Rodgers.

Con energía y carisma, el técnico inició una transformación del club similar a la que vivió en la década de los 60. La lista de trofeos confirma su éxito: Champions (2019), la Premier League (2020) por primera vez desde 1990, Copa de Inglaterra (2022), Copa de la Liga (2022), Supercopa de Europa (2019) y Mundial de Clubes (2019).

"Encarna al club"

"Un gran comunicador, un tipo que crea espectáculo, un líder de la manada", las cualidades de la leyenda Bill Shankly, descritas por Graeme Souness, 'Red' entre 1978 y 1984, son también las suyas.

Si el alemán ha logrado dejar un recuerdo parecido es porque "siente la emoción del lugar". "El Liverpool es un club cargado de emociones, con su historia, sus tragedias (los dramas de Heysel en 1985 y de Hillsborough en 1989). Es esa emoción que percibes cuando vas a Anfield y escuchas el 'You'll Never Walk Alone'", el himno del club, prosigue Souness.

"Encarna todo lo que conforma este club. Incluso sin ser de la ciudad, del país o de la región, pega en el club", había estimado Trent Alexander-Arnold, producto puro de la ciudad y de los 'Reds', convertido bajo sus órdenes en uno de los mejores laterales del mundo.

Procedente de otro club que comparte una gran comunión con su público -el Borussia Dortmund, al que llevó a la final de la Champions en 2013- y su famoso 'Muro amarillo', Klop era consciente de la importancia de contar el favor de la grada de Anfield. Ha prodigado sus gestos de alegría compartida hacia las gradas después de cada victoria importante.

Afición huérfana

Una de las principales fuerzas de Klopp fue ser capaz de extraer lecciones positivas de sus fracasos y regresar más fuerte.

Un año después de la final de la Liga de Campeones perdida contra el Real Madrid, conquistó la edición de 2019 contra el Tottenham, un trofeo que Shankly nunca llegó a conquistar.

Un año después de haberse quedado a un punto del Manchester City, a pesar de un gran campeonato con 97 unidades, conquistó el título que le quedaba: la Premier League, con la que los 'Reds' soñaban desde 1990.

Con su estatua a la entrada de la grada 'Kop', en la que figura el lema 'Hizo a la gente feliz' y con sus cenizas dispersas sobre el césped a su muerte, el espíritu de Shankly -que es también el nombre del grupo principal de aficionados del club- impregna cada rincón del Liverpool. Con ese título, Klopp se ganó también un lugar en el corazón de los aficionados.

A continuación lllegaron algunos sinsabores. En 2022 Klopp se quedó cerca de cubrirse de trofeos, pero perdió la final de la Champions ante el Real Madrid, y se quedó a un punto de los 'Citizens' en la Premier, consolándose con las dos copas nacionales.

Antes incluso del término de la temporada 2021-2022, su contrato fue renovado hasta 2026, señal de la confianza de los dirigentes de Fenway, los propietarios estadounidenses del club. Pero a pesar del liderato en la Premier, Klopp, "falto de energía", decidió irse, tomando a todos por sorpresa y dejando a los aficionados repentinamente huérfanos.