El presidente de la Juventus de Turín, Andrea Agnelli, el 24 de agosto de 2019 en Parma

El fracaso del proyecto de la Superliga europea deja dos grandes perdedores, el presidente del Real Madrid Florentino Pérez y el de la Juventus de Turín Andrea Agnelli, cuya imagen e influencia en el fútbol europeo quedan seriamente tocadas.

Casi treinta años de diferencia entre Pérez (74 años) y Agnelli (45), pero la misma ambición por convertir a sus respectivos clubes en marcas globales, generando cada vez más derechos de televisión e ingresos comerciales entre sus aficionados repartidos por todos los rincones del mundo. Una visión encarnada en el proyecto que no llegó a ver la luz de la Superliga, del que eran dos de sus principales artífices.

Este miércoles, en el periódico la Repubblica, Agnelli, al frente de la Juve desde 2010, defendía el proyecto estimando que el fútbol "ya no es un juego sino un sector industrial y necesita estabilidad".

Pérez, recientemente reelegido sin oposición en la presidencia del Real Madrid, intervino el lunes en directo en el plató de 'El Chiringuito', un influyente programa de información y entretenimiento en España, donde aseguró que pretendía salvar una industria en declive.

Luego del fiasco y de la retirada del proyecto de la mayoría de los clubes disidentes, los dos dirigentes quedaron como principal objetivo de las críticas. Acusaciones de "egoísmo" hacia el empresario madrileño, partidario desde hace tiempo de un formato reservado a los más ricos, o de "traición" para el turinés, implicado en la reforma de la Liga de Campeones antes de decantarse por la otra iniciativa competidora.

- ¿"Ambición" o "avaricia"? -

"Él es egoísta, egoísta y después... egoísta. Él sólo piensa en el Real Madrid. Además, al Villarreal no le hace falta que venga Florentino a salvarlo", declaró Fernando Roig, presidente del Villarreal en la radio A Punt.

El antiguo presidente del Real Madrid Ramon Calderón (2006-2009) también criticó la "chapuza" impulsada por el actual presidente: "Decir que este proyecto salvará el fútbol es una broma".

"Florentino confundió la valentía con la temeridad, la ambición con la avaricia", lanzó el redactor jefe de Marca Raúl Varela, en la radio del periódico deportivo.

Andrea Agnelli tampoco ha salido bien parado luego de haber jugado a dos bandas, trabajando a la vez con la UEFA para retocar la Champions League, y contra ella para diseñar este Superliga secesionista.

Para el presidente de la instancia europea Aleksander Ceferin, el presidente de la Juventus, su amigo hasta hace unos días y que tenía una silla en la UEFA como presidente de la Asociación de clubes europeos (ECA), fue "la mayor decepción de todas".

"Nunca vi a una persona mentir con tanta frecuencia y con tal persistencia", afirmó el lunes.

Tras dimitir de sus mandatos en la ECA y en la UEFA, Agnelli perdió mucha influencia esta semana.

- UEFA gana una batalla -

En Italia también ha recibido el rechazo de los dirigentes de los otros clubes.

El patrón de Torino reprocha a Agnelli haber torpedeado los debates que conducía en nombre de los clubes italianos con fondos de inversión para asociarlos a la gestión de los derechos de televisión.

Unas conversaciones que están en punto muerto, según algunas fuentes, porque esos fondos exigían a cambio de su inversión de 1.700 millones de euros que los clubes no participen en un proyecto de liga cerrada que habría desvalorizado el campeonato.

"Es mala fe, competencia desleal", afirmó el presidente del 'Toro' Urbano Cairo en el Corriere della Sera.

Así pues, el intento fallido de los fundadores de la Superliga podría costarles caro: según el despacho de estudios Brand Finance, podrían sufrir pérdidas de entre 2.500 y 4.300 millones de euros en valor de marca.

La Juve vio cómo el valor de sus acciones caía un 13% este miércoles en la Bolsa de Milán, después del fuerte aumento del lunes.

Con la constatación de la más que improbable realización del proyecto, el club 'bianconero' aseguró este miércoles que desea seguir buscando soluciones para incrementar su valor.

"La UEFA sale más fuerte de esta confrontación pero que no piense que ha ganado la guerra, porque el verdadero enemigo sigue siendo la pandemia", indica a la AFP Giovanni Palazzi, dirigente del despacho de asesoría del deporte StageUp.

"Más allá del proyecto, que ya no es de actualidad, las motivaciones económicas permanecen y habrá que encontrar respuestas compartidas por los clubes", añade.