El Athletic Club aspira a poner fin el sábado ante el Mallorca a una sequía de cuarenta años sin títulos 'mayores', una travesía por el desierto que el laureado club vasco ha recorrido fiel a su idiosincrasia, que lo convierte en un 'rara avis' en un fútbol globalizado.

Cuando el 5 de mayo de 1984 el Athletic derrotó al FC Barcelona de Diego Armando Maradona en la final de la Copa del Rey, los rojiblancos se apuntaron su 23º -y último- título de Copa, que se unió al 8º título de Liga cosechado una semana antes.

En aquel entonces el conjunto culé contaba en sus vitrinas con 9 Ligas (una más que el Athletic), y 20 Copas (tres menos), mientras el Real Madrid había ganado 20 títulos ligueros y 15 Copas del Rey.

Cuatro décadas después el Athletic no ha visto modificado su número de títulos de Liga ni de Copa, mientras que el Barça presume de 31 Copas y 27 Ligas, y el club 'blanco' de 20 y 35.

Precio a pagar

Un precio que tanto club como aficionados han pagado sin titubeos por mantener su especial filosofía, por la que sólo pueden jugar futbolistas nacidos o formados desde niños en el País Vasco y Navarra, además del País Vasco francés en un fútbol cada vez más globalizado.

En el once inicial que formó el técnico Ernesto Valverde en la reciente semifinal copera ante el Atlético (3-0) figuraron diez jugadores que pasaron por Lezama, la reconocida academia donde se forman las categorías inferiores del Athletic.

"El orgullo por lo propio, reflejado en su máxima expresión con su política de cantera, marca la diferencia con cualquier otra filosofía o manera de entender el fútbol en todo el mundo", explica el club en su página de internet.

Entre medias de esa sequía de títulos 'de prestigio', dos clasificaciones para la Liga de Campeones (1998 y 2014) y sobre todo dos Supercopas de España muy presentes para la afición rojiblanca; ante el FC Bacelona a ida y vuelta con un 4-0 en San Mamés al equipo dirigido entonces por Luis Enrique y con Leo Messi, Luis Suárez e Iniesta sobre el césped de San Mamés, y una más reciente, en 2021 luego de derrotar, ya bajo el nuevo formato de semifinales y final, al Real Madrid y al Barça en un margen de tres días.

El club, que presume también de ser junto a 'merengues' y 'culés' uno de los únicos que siempre ha jugado en la máxima categoría, y de ser, al igual que los dos gigantes y Osasuna, propiedad exclusiva de sus socios, coqueteó con el descenso a mediados de los años 2000, con una agónica salvación en la última jornada.

En aquel equipo destacaba el delantero Ismael Urzaiz, internacional con España y once años vestido de rojiblanco (129 goles). "En Vizcaya, cuando los niños son pequeños la ilusión de sus vidas es ser jugador del Athletic, eso es un mensaje tan potente como para ver la fuerza que da llegar a ser jugador del Athletic y el orgullo que sienten las familias cuando uno de sus miembros es jugador del Athletic", explica para la AFP.

Pero si esa época de pobres resultados aparece ya lejana en el imaginario colectivo, causa mayor aflicción en la afición rojiblanca el hecho de haber perdido las seis últimas finales de Copa que ha disputado (más la de la Europa League en 2012 con Marcelo Bielsa).

Soltar amarras de la gabarra

Una desazón que varias generaciones de 'Athletictzales', como se hacen llamar sus seguidores, esperan dejar atrás este sábado y poder ver al fin la tan ansiada gabarra, su emblemática embarcación que a través del pasado industrial de la ciudad simboliza los éxitos del equipo rojiblanco, y que tiene previsto surcar la ría de Bilbao con los jugadores a bordo el 11 de abril en caso de victoria el sábado.

"La filosofía particular hace que todo sea más grande y que cualquier cosa que se consiga adquiera un volumen dimensionado", apunta Urzaiz, que cerró su carrera en el Ajax de Ámsterdam.

Con cuatro futbolistas internacionales en la última convocatoria de Luis De la Fuente con España, peleando en liga por clasificarse para la próxima Champions League, y una saneada situación económica fruto también de las ventas de sus mejores talentos los últimos lustros (Javi Martínez, Ander Herrera, Kepa o Laporte) el Athletic se siente con la fortaleza suficiente para volver a levantar grandes trofeos.