Atentados, ultras, ciberataques: Alemania se prepara para hacer frente a todas las amenazas, a un de la Eurocopa-2024, que tendrá lugar con los conflictos en Oriente Medio y en Ucrania como telón de fondo.

El principal objetivo es asegurar la protección de los 2,7 millones de espectadores que se esperan para los partidos, así como los campos base de las 24 selecciones repartidos por todo el país, al igual que los diez estadios que albergarán los 51 partidos, del 14 de junio al 14 de julio.

Las zonas de aficionados podrían acoger hasta 12 millones de personas.

"Desde el inicio la seguridad fue la mayor de nuestras prioridades", afirmó el exjugador Philipp Lahm, presidente del comité organizador de la competición, en una reciente entrevista a la AFP.

En pocas ocasiones el contexto geopolítico se presentó tan tenso, y la Eurocopa de fútbol, al igual que los posteriores Juegos Olímpicos de París, se hallan en el punto de mira de extremistas y terroristas, ya que ofrecen una tribuna de primer nivel para todo tipo de reivindicaciones.

Sin vacaciones para la policía

Alemania estrenará un dispositivo presentado como inédito para este gran evento internacional: todas las naciones que participan en el torneo enviarán expertos -más de 300 en total- que se reunirán en un centro de cooperación internacional de policía (IPCC), en Neuss (oeste).

Su tarea, junto con las autoridades alemanas, la Europol y la UEFA, será vigilar y coordinar el conjunto de las medidas de seguridad desde una inmensa sala de 500 metros cuadrados, equipada de 129 ordenadores y de una pantalla gigante de 40 metros cuadrados.

"Cada país conoce mejor que cualquier otro a sus alborotadores, los expertos extranjeros presentes en Neuss podrán identificarlos más rápidamente", explicó a la AFP Oliver Strudthoff, director del IPCC.

"Las delegaciones estarán más o menos reforzadas en función del número y de la peligrosidad de sus aficionados. Inglaterra, por ejemplo, tendrá muchos más representantes que Suiza", añadió.

Sobre el terreno, todos los efectivos serán movilizados: a lo largo de la duración del torneo los policías federales no tendrán derecho a vacaciones.

Durante un mes, Alemania controlará el conjunto de sus fronteras con sus nueve países vecinos. "En los trenes y en las estaciones, la policía federar reforzará visiblemente su presencia", indicó asimismo un portavoz del ministerio alemán de Interior. Mismo caso en los aeropuertos.

Conocido por sus hooligans, Londres prohibió por su parte el viaje a Alemania de "más de 1.600" aficionados ingleses y galeses considerados violentos.

Protección de selección de Ucrania

De las 24 selecciones participantes, Ucrania será objeto de "medidas especiales de protección", anunció recientemente la ministra alemana de Interior, Nancy Faeser.

Entre 800 y 1.300 agentes de las fuerzas del orden serán desplegados alrededor de los diez estadios del torneo.

Para asegurar las inmediaciones, tres perímetros de seguridad serán instaurados para detectar eventuales armas y explosivos: en un primero se controlará a los vehículos, un segundo para los aficionados a pie, en el que se registrarán sus mochilas, y un tercero en el que los espectadores deberán escanear sus entradas.

Las zonas de aficionados serán también objeto de una vigilancia particular, como la mayor de ellas, en el corazón de Berlín, en la puerta de Brandeburgo, con una capacidad para varias decenas de miles de aficionados.

El peligro podría llegar también del cielo, el ejército alemán, la Bundeswehr, será solicitado a través del centro nacional para la seguridad del espacio aéreo que se halla a 70 kilómetros del IPCC. Y se determinarán zonas de restricción de vuelo para evitar los riesgos de los drones.

"Los grandes eventos deportivos son siempre objetivos potenciales para ataques terroristas", apunta Johannes Saal, experto en seguridad de la universidad de Lucerna, quien considera que la situación es "muy tensa" en el contexto de la guerra en Gaza, pero también de la amenaza yihadista, siempre presente.