Luego de dos derrotas consecutivas Nigeria estará buscando igualar el historial con la Albiceleste. El equipo de Lionel Messi necesita una victoria para ser finalmente tenido en cuenta como candidato.

Un gran paso para Argentina

Argentina ha tenido un registro más que beneficioso contra equipos africanos, habiendo ganado el 75% de los partidos disputados contra representates del continente negro. Dos años atrás pudimos presenciar un enfrentamiento entre ambos equipos en los Juegos Olímpicis de Beijing, en los que Argentina obtuvo la medalla dorada. Fue éste partido una respuesta al encuentro de 1996 en que Nigeria conoció la gloria olímpica. Dos años atrás, Angel Di María anotaba el gol ganador, algo que buscará repetir en su debut en un campeonato mundial.

Maradona tiene el equipo casi completamente confirmado. Sergio Romero será el hombre entre los postes, y, habiéndose en un principio decidido por una línea de cuatro con cuatro centrales, el técnico argentino ha optado finalmente por forzar a Jonas Gutierrez a conducir la banda derecha del equipo maradoniano tanto en ataque como en defensa. Walter Samuel y Martin Demichellis ocuparán el centro del área, y probablemente Nicolas Otamendi sea el segundo lateral de la línea defensiva. Es ésta una clásica formación 4-4-2 pero con un giro, ya que la versatilidad de Gutierrez ofrece a Maradona la posibilidad de avanzar como si fuera un 3-3-2-2.

Javier Mascherano y Juan Sebastian Veron son el esqueleto creativo de Argentina. Angel Di Maria es el puente entre ellos y Messi e Higuain, máximos anotadores en la Liga Española. Al relegar a Jonas Gutierrez a la defensa Maradona libera otro espacio ofensivo, que será ocupado por Carlos Tevez: Es el delantero con mayor experiencia en el plantel y el favorito del pueblo. La falta de resultados de Lionel Messi han vuelto a gran parte del público en su contra, y la presión de tener que llevar las cosas nuevamente a su estado primigenio puede llegar a ser demasiado para un jugador tan jóven.

Los festejos de Maradona siempre rompen los límitesEl Sábado a la mañana veremos a la Albiceleste de la mano de Maradona en un campeonato mundial luego de más de una década. La nueva generación Argentina será bienvenida en Africa por un equipo decidido a retener lo que es suyo contra el segundo plantel más caro en Sudáfrica.


La Vida sin Okocha

Lars Lagerback ha bebido sangre Argentina ocho años atrás, aún en sus días como entrenador sueco, cuando eliminó al equipo americano en el mundial del 2002. Este será el cuarto campeonato mundial de los Nigerianos, habiéndose perdido la pasada edición de este torneo luego de 16 años.

Nigeria responde al típico planteo africano: sólidos defensores en el medio del campo y delanteros ligeros como plumas. Victor Obinna fue el capitán del equipo en los últimos Juegos Olímpicos, y no sería de extrañar que se convierta en el faro ofensivo a quienes Peter Odemwingie y Obafemi Martins
deban subordinarse. Estos tres jugadores tienen una velocidad incomparable y una definición precisa, pero su lugar deberá ser celosamente cuidado, ya que en el banco espera el único superviviente de los días dorados de Nigeria, Nkwankwo Kanu, dueño de una superioridad técnica incomparable que puede modificar totalmente el enfoque del equipo.

John Obi Mikel, jugador del Chelsea, es el jugador clave en este equipo, ya que su posición en el medio de la cancha sumado a la agudeza de su visión y su inagotable creatividad generan un nodo desde el cual la creación puede fluir. Un segundo jugador de la Premier League, Dickson Etuhu contribuye en este movimiento. Su buen momento con el Fulham City (finalista europeo) le otorgó un lugar en la Nigeria de Lagerback.

Roland Andersson, asistente del entrenador nigeriano ha estudiando al equipo de Maradona hasta encontrar su punto débil; la defensa. "Debemos desafiar a Argentina y adoptar una posición ofensiva" declaró refiriéndose a la Albiceleste. Con respecto a la delantera Argentina, remarcó su falta de efectividad. Los jugadores nigerianos parecen también muy engreídos para su enfrentamiento contra el equipo de Messi, y el impulso de defender a un gigante puede ser monstruoso.


Números que matan

La estadística muestra una clara ventaja para el equipo americano, pero teniendo en cuenta que ambos equipos han tenido problemas para clasificarse a la competencia, nada puede ser tomando por sentado. De hecho, Nigeria ha competido en ocho ocasiones con sus rivales de grupo, obteniendo una sola victoria. Argentina, a pesar de no estar en su mejor momento, ha enfrentado seis veces a sus rivales sin conocer la derrota y con cinco triunfos. El peso de las figuras argentinas probablemente inclinará este partido en favor del equipo Maradoniano.